Der fliegende Holländer
Paul Daniel | ||||||
Coro de la Sinfónica de Galicia Real Filharmonia de Galicia | ||||||
Date/Location
Recording Type
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Daland | Richard Wiegold |
Senta | Maribel Ortega |
Erik | Eduard Martynyuk |
Mary | María Luisa Corbacho |
Der Steuermann Dalands | Moisés Marín |
Der Holländer | Alexander Krasnov |
Stage director | – |
Set designer | – |
TV director | – |
El Errante atraca en Vigo
Comenzó el “Otoño Lírico” en Vigo organizado por la Asociación de Amigos de la Ópera de esa ciudad. Nunca antes, en sus 60 años de historia, la AAOV había puesto sobre el escenario una obra de Richard Wagner. Este debe ya quedó resuelto, muy brillantemente, el pasado día 29 sobre el escenario del teatro Afundación.
Debemos decir que este Holandés nació por el convenio anual que la Real Filharmonía de Galicia tiene con la AAOV y que, dada la complejidad del proyecto, se unió al mismo la Asociación de Amigos de la Ópera de Santiago de Compostela.
En el plano vocal destacó la presencia del bajo-barítono Alexander Krasnov, que debutaba en España. Krasnov. El ruso ya había cantado el rol del Holandés en Berlín o Viena y exhibió un rotundo registro con un perfecto equilibrio de entre sus graves y sus poderosos agudos mostrándose muy seguro en toda la ópera dando la debida profundidad y solemnidad al personaje y a su demoledor monólogo inicial.El capitán Daland fue interpretado perfectamente por el bajo Richard Wiegold. El tenor ucraniano Eduard Martynyuk, otro debutante en nuestro país, sacó adelante el rol de Erik mostrando un bello timbre vocal y un magnífico legato. No tuvo dificultad alguna Maria Luisa Corbacho en el breve rol de Mary y fue todo un descubrimiento el timonel del joven tenor granadino Moisés Marín, mostrando una perfecta colocación, con la voz sobre el aliento y sin desigualdades en todo el registro, tal y como acreditó en su aria inicial.
Mención aparte merece la Senta de Maribel Ortega, quién debutaba el rol. La jerezana estuvo magnífica. Mostró un registro compacto, equilibrado y poderoso en el registro agudo. Su timbre fue squillante y cosechó una sonora salva de aplausos y bravos finales. Debemos decir que la soprano interpretó su balada en la menor, su tonalidad original, y no en sol menor tal y como se hace habitualmente. Esto dio más brillantez a la pieza. Le auguramos un gran futuro como Senta visto lo mostrado en su debut.
No podemos olvidar el buen hacer del Coro de la Orquesta Sinfónica de Galicia quienes, bien empastados, sacaron adelante su difícil cometido. Reconocimiento que hacemos extensivo a la labor de su director Joan Company.
Fantástica la Real Filharmonía de Galicia dando a la obra el tono que requiere. Las cuerdas, los metales, los vientos … todos sus componentes sonaron perfectamente orquestados y brillaron, especialmente, en la escena de la tormenta y en el final de la ópera. Pero este buen hacer de la formación orquestal no sería posible sin el gran trabajo de su titular Paul Daniel. El director estuvo perfecto dando entrada a las distintas secciones orquestales y supo sacar, de la partitura, la sonoridad y el color que requiere la obra. No nos podemos olvidar que estuvo muy atento a los cantantes, sabiendo acompañarlos y respirando con ellos.
Si bien se anunciaba El Holandés Errante en concierto, lo cierto es que sólo hubo dos atriles para los cantantes quiénes no estuvieron estáticos durante la función, con salidas y entradas del escenario y una pequeña actuación entre ellos, cosa que el público agradeció.
Esta es la tercera colaboración entre la Asociación de Amigos de la Ópera de Vigo y la Real Filharmonía de Galicia, sin duda es un gran acierto el proyecto común entre ambas entidades que esperemos se prolongue en el tiempo. Por otro lado, no podemos dejar de felicitar a la asociación viguesa, tanto por su cumpleaños como por el nivel que exhibe en sus temporadas líricas pese a la carencia de medios, como bien acredita el éxito de este Holandés Errante en Vigo.
Mario García | 2 octubre 2018
Se mantiene la colaboración entre los Amigos de la Ópera de Vigo, los de Santiago de Compostela y la Real Filharmonía de Galicia (RFG) y, gracias a ello, se pudo disfrutar de esta coproducción en versión de concierto de El Holandés errante que incluyó subtítulos en gallego y que primero pudo verse en la capital gallega y dos días después en la ciudad olívica, a la que corresponde esta reseña. La propuesta tuvo como grandes protagonistas al británico Paul Daniel y a la RFG, de la que es su director titular; dicha orquesta posee una plantilla que no le permite tocar Wagner habitualmente, pero reforzada para la ocasión con trece instrumentistas, especialmente trombones y trompas, marcó un sonido redondo y con evocadoras sutilezas en las cuerdas. Sin innecesarios grandes aspavientos sonoros, los músicos del conjunto cautivaron al público. Al éxito de la velada contribuyó también la magnífica prestancia del Coro de la Orquesta Sinfónica de Galicia, bien conocedor de la música de Wagner. Dirigido por Joan Company, de la masa coral destacó más sus voces femeninas sobre las masculinas, un tanto escasas para representar a los marineros que requiere la obra. Se interpretó la versión de Dresde en un solo acto y, pese a ofrecerse en concierto, los solistas actuaron con tal suficiencia que no se echó en falta mayor escenificación. De entre ellos destacó la soprano jerezana Maribel Ortega como Senta, posiblemente la voz más wagneriana sobre el escenario: su gran potencia sonora, acompañada de su lirismo, dominio vocal y actoral, fueron todo un deleite. También se adecuó perfectamente al rol de Daland el bajo galés Richard Wiegold, así como el joven tenor granadino Moisés Marín al del Timonel.
Con competencia y saber hacer se mostraron el barítono Alexander Krasnov en el personaje del Holandés y el tenor Eduard Martynyuk como Erik. Aunque el caudal vocal de ambos no era como para entusiasmar, en líneas generales cumplieron y cantaron con gusto. La más floja del elenco fue la siempre efectiva mezzosoprano María Luisa Corbacho, quien en esta ocasión aportó una voz de escasa proyección resultando en muchos momentos casi incapaz de hacerse oír, tapada por la orquesta.
El abarrotado auditorio, puesto en pie, despidió a unos artistas que realizaron una gran actuación.
Carmelo ARRIBAS | 29 de septiembre de 2018