Das Rheingold
Wotan | Krisztian Cser |
Donner | David Robinson |
Froh | Óscar Santana |
Loge | Michael Müller-Kasztelan |
Fasolt | Hernán Iturralde |
Fafner | Mikhail Svetlov |
Alberich | Levent Barkici |
Mime | César Delgado |
Fricka | Grace Echauri |
Freia | Alejandra Sandoval |
Erda | Belem Rodríguez |
Woglinde | Marcela Chacón |
Wellgunde | Zaira Soria |
Floßhilde | Julietta Beas |
Stage director | – (concert performance) |
Set designer | – |
TV director | – |
“EL ORO DEL RIN”, Ópera- Concierto, deleitó a oyentes iniciados y profanos
El día domingo 22 de septiembre de 2019 la OSEM, Orquesta Sinfónica del Estado de México, en su Temporada 141, dirigida por el Maestro Rodrigo Macías González, en su programa 1, presento en forma de concierto los días 20 y 22 de septiembre de 2019, la ópera “EL ORO DEL RIN”, Prologo de “EL ANILLO DEL NIBELUNGO” de Ricardo Wagner. La función convocó a “Todo el mundo” como comentó un infaltable, antes de que iniciara esta experiencia, que quedará como un soberbio acontecimiento, pues solamente se ha escuchado dos veces en México, la primera en Bellas Artes en 2003, y ésta que coincidió exactamente con el 150 aniversario de su estreno en Munich el 22 de septiembre de 1869, a instancias del Rey Luis II de Baviera, con el disgusto del compositor que pretendía estrenar el ciclo completo. El resultado obtenido fue soberbio y trascendente. Una gran orquesta en nuestra mejor sala, combinación perfecta. Elenco de primera, mezcla internacional, con músicos y cantantes entregados a una experiencia diferente. Es importante señalar lo acontecido pues es una clara muestra que el cambio que se requiere en este terreno de la música y ópera en nuestro país ya no puede seguir esperando. Esta hazaña es una muestra de que si se puede.
Durante toda la ópera, que se representó sin interrupciones de principio a fin, el trabajo realizado con rigor y disciplina, con un director en estado de gracia, conjuntando todos los recursos humanos y técnicos con gran capacidad organizativa, músico dotado y talentoso, amante del género operático, con un instrumento de primer nivel, una de nuestras más importantes orquestas, con un sistema de trabajo liberado desde siempre de trabas burocráticas enajenantes que todo lo impiden y nada permiten, logró brindar un espectáculo de gran nivel que queda como ejemplo de que si se lo proponen las cosas pueden hacerse muy bien. La música imponente de Wagner llenó la sala embelesando y subyugando a quienes gozamos del privilegio de estar presentes ahí.
El elenco que se seleccionó para dar vida a este drama musical fue selecto. Catorce personajes, dioses, gigantes, ondinas y nibelungos, seres surgidos del mito antiguo, de las sagas que simbolizan y personifican el principio y el fin del universo, en esta obra que cuenta entre los logros más importantes en la historia del arte, contó con actores -cantantes de excelencia: Wotan, dios supremo, el bajo barítono Kristián Cser, Loge, dios del fuego, el tenor Michael Muller Kastelan, Fricka, esposa de Wotan, el fuego, Grace Echauri, mezzosoprano, Freia, diosa de la juventud, la soprano Alejandra Sandoval, Donner, dios hermano de Fricka y Freia, el bajo-barítono David Robinson, Froh, dios del día, hermano de las anteriores, Oscar Santana, tenor, Erda, diosa madre de la naturaleza, Belem Rodríguez Mora, contralto, Alberich, enano nibelungo, Levent Barkici, barítono, Mime, hermano de Alberich, César Delgado, tenor, Fasolt, gigante, Hernan Iturralde, bajo-barítono, Fafner, hermano de Fasolt, Mikhail Svetlov, bajo, las Ondina, hijas del Rin, Woglinde, Marcela Chacón, soprano, Wellgunde, Zaira Soria, soprano, Flosshilde, Julietta Beas, mezzosoprano, quienes actuaron y cantaron sus partes de manera creíble y solvente.
Los dioses tutelares Wotan y Erda saben que el fin se aproxima.
No es este el lugar para contar la compleja y complicada historia del robo del oro del Rin del lecho del río donde permanecía dormido, que trastocará el orden cósmico irremisiblemente, pero si podemos narrar que el espectáculo de poder mirar a la gigantesca orquesta, con seis arpas, cuatro tubas wagnerianas, yunques y martillos, metales reforzados, cuerdas, maderas, percusiones, que sonaron esplendorosamente desde los primeros 136 compases íntegramente compuestos sobre el acorde de “mi bemol mayor” hasta el final donde, desde lo más alto y lejano de la sala monumental las ondinas lloran la pérdida del oro mientras los dioses petulantes y orgullosos suben por el arco iris al Walhalla, irónica y caricaturesca ascensión a su fin inminente, en una explosión de robustos timbres de trompetas y trombones en una inmensa curva de apoteosis final, la música genial del “Cagliosto musical”, “Heliogábalo de la música”, “Vándalo del arte”, como calificaban sus enemigos al compositor de esta obra conocida como la Tetralogía. ¿Alguien se acuerda de ellos?
Manuel Yrízar | 27 septiembre 2019
Obra d’arte parcial
Aunque privado de la totalidad de la representación teatral, Das Rheingold celebró dignamente sus ciento cincuenta años del estreno mundial (coincidiendo con los ciento nueve de la Universidad Nacional de México) con una verción en concierto.
Ciudad de Mexico, 22/09/2019 – Rodrigo Macías, director general de la Orquesta Sinfónica del Estado de México, decidió iniciar la temporada 141 del ensamble musical haciendo una apuesta muy seria, poniendo en concierto el prólogo de ‘El anillo del nibelungo’ en la Sala Nezahualcóyotl de la UNAM.
En lo personal, no soy afecto a las llamadas galas en las que uno o más solistas cantan, las más de las veces con gran lucimiento, arias o números de conjunto de diversas óperas. Estos espectáculos son el nirvana de los adoradores de las voces operísticas, pero a mi me gusta la ópera, es decir un drama que se transmite esencialmente a través de la música. La ópera, especialmente una de las gesamkunstwerke (obras de arte total) wagnerianas, deja de ser ópera al privarse de escenografía, vestuario y demás parafernalia, que acompaña a una producción operística, bien sea con un director “tradicional” o con uno “innovador”.
Desde hace muchos años he admirado la honestidad musical, así como el talento y trabajo de Rodrigo Macías, y esta fue la razón por la que vencí la resistencia que tengo a acercarme a una ópera en concierto, especialmente si es de Wagner, y más especialmente si se interpreta un domingo por la tarde.
Confieso que estoy muy contento por haber vencido mi flojera dominical y mi resistencia a acudir a una ópera en concierto, pues tanto Macías, como la OSEM, y el grupo de catorce solistas lograron una estupenda interpretación musical de ‘El oro del Rin’.
La orquesta no es sólo una de las mejores del país, también decidió salir a lucirse abordando la partitura de esta obra. Brillaron los metales, tanto que una nota falsa fue muy notable, las cuerdas, al igual que las maderas y las percusiones lograron una interpretación excelente.
Yo no sé si el hecho de tener una orquesta en la plataforma de conciertos en lugar de en un foso operístico influyera, pero mi única queja del desempeño de Macías es que en momentos el volumen de algunas secciones de la orquesta fue notablemente superior al requerido.
El nivel de los cantantes fue muy alto, especialmente los de Levent Barkici quien cantó el papel de Alberich, Krisztián Cser que lo hizo como Wotan, y Michael Müller–Kasztelan como Loge. Grace Echauri (Fricka), Alejandra Sandoval (Freia), Belem Rodríguez (Erda), Marcela Chacón, Zaira Soria y Julietta Beas (las ondinas del Rin, Woglinde, Wellgunde y Flosshilde respectivamente) y Hernán Iturralde y Mikhail Svetlov (los gigantes Fasolt y Fafner), lo hicieron muy bien. También cantaron David Robinson (Donner), Óscar Santana (Froh) y César Delgado (Mime).
Lo único negativo fue que la sala no estuviera a reventar, de hecho, no se ocupó más del 60% de la capacidad, pese a que los precios de entrada fueron casi un regalo -50 pesos los más caros. Me pregunto si fue por falta de publicidad, o falta de interés.
Por supuesto que hubo imperfecciones, son parte de la vida, pero éstas no lograron borrar la buena impresión que dejó el concierto.
Por cierto, este concierto fue una espléndida conmemoración del sesquicentenario, exacto, del estreno de la obra, y del 109º aniversario de la fundación de la Universidad Nacional de México; la autonomía se realizó hasta 1929, por lo que espero que en diez años la Universidad siga siendo autónoma y que celebremos el centenario con toda la seriedad y alegría que esto representa.
Luis Gutierrez | 24 Settembre 2019